Es costumbre comer mientras se disfruta del Hanami (observación de las flores), unas bolitas de tres colores llamadas sanshoku dango (三色団子) o hanami dango (花見団子). Los tres colores de los dangos son rosa, blanco y verde, y cada color tiene su significado.
El rosa representa al color del sakura, es decir, la primavera; el blanco es la nieve (fin del invierno) y la pureza, y el verde, simboliza el color de las hojas de los árboles y el campo de verano. En Japón, los colores rosa, rojo y blanco significan buena suerte, y el verde es el color que aleja a los males.
Durante la temporada del hanami (花見), que consiste en reunirse para contemplar la belleza de los cerezos en flor, es costumbre llevar comidas y bebidas para compartir al aire libre, generalmente en parques o lugares donde los árboles de sakura florecen de manera espectacular. Uno de los dulces más tradicionales que se consumen en estas ocasiones es el sanshoku dango (三色団子), también conocido como hanami dango (花見団子), unas bolitas de arroz glutinoso ensartadas en un palillo de bambú y teñidas con tres colores: rosa, blanco y verde.
Estos colores no solo hacen que el dulce sea visualmente atractivo, sino que también están cargados de simbolismo relacionado con las estaciones del año y la naturaleza. El rosa representa las flores del sakura, símbolo por excelencia de la primavera y la renovación. El blanco remite a la nieve que cubre la tierra en invierno, marcando el final de esa estación y simbolizando también la pureza. El verde, por su parte, evoca la frescura de las hojas nuevas y los campos que reverdecen en verano, anunciando la continuidad del ciclo natural.
Además del simbolismo estacional, los colores tienen también significados auspiciosos en la cultura japonesa. El rosa (relacionado con el rojo) y el blanco son colores tradicionales usados en celebraciones, como bodas o festivales, ya que representan felicidad, alegría y buena fortuna. El verde, además de ser un color que transmite calma y vitalidad, se asocia con la salud y la protección, ya que se cree que tiene el poder de alejar las energías negativas.
Consumir hanami dango durante esta época no solo es una delicia, sino también una forma de conectar con las estaciones, la naturaleza y las tradiciones. A través de un simple postre, los japoneses celebran la belleza efímera del sakura y la importancia de vivir el presente, algo que se refleja profundamente en su filosofía de vida.