¿A qué apunta la reforma laboral para mejorar el modo de trabajo?

Durante el año 2016 se dio mucho relieve al caso de una joven empleada que falleció por exceso de trabajo «karoshi”, perteneciente a la firma publicitaria DENTSU, y también a cientos de casos de horas extras impagas. Los japoneses suelen «regalar” sus horas de trabajo como muestra de su dedicación y lealtad a la empresa a cambio de cierta estabilidad, ascensos y una paga «extra” de las bonificaciones. Al menos así ha sido y sigue siendo en muchos ámbitos laborales para el personal permanente «shain” o «seiki-shain”.
Ya se viene alertando desde hace mucho tiempo atrás sobre estas malas prácticas laborales principalmente de las grandes empresas y cadenas de comidas rápidas y, desde luego, se han realizado diversas reformas legislativas para corregir los excesos sancionando con mayor rigor a los empleadores infractores y generando más conciencia también en los trabajadores. Dentro de este contexto, a mediados del año pasado, el Primer Ministro ABE dio instrucciones para crear una Comisión de Evaluación para Mejorar el Modo de Trabajo «Hatarakikata Kaikaku Jitsugen Kaigi” en su propia órbita donde ha nombrado al congresista Katsunobu KATO como Ministro a cargo de esta misión. ABE mismo preside la Comisión y lo componen el Ministro de Salud, Trabajo y Bienestar Social más cinco ministros del Gabinete y 14 miembros del sector privado (universidades, asociaciones de pequeñas y medianas empresas, Keindanren, Federación de Sindicatos, gerentes y consultores de personal de diversas firmas, etc.).
Ya se han realizado varias reuniones y lo que se quiere introducir en la reforma a la Ley de Normas Laborales y en el del Contrato de Trabajo, es el principio de «a igual trabajo igual remuneración (doichurodo doichuchingin)”, regulación de las horas de trabajo y de las extras, promover el empleo de adultos mayores y mujeres, mecanismos para mejorar la productividad laboral y salarios que reflejen esos logros, más facilidades para la re-ubicación laboral, un sistema de la seguridad social más flexible que se adapte a los cambios de empleo sin importar la modalidad contractual, etc. Algunas infracciones tendrán duras sanciones y otras seguirán siendo directivas o recomendaciones ministeriales pues de por sí el mercado laboral de Japón es bastante relajado y desregulado en muchos aspectos. A cambio de esto se intenta facilitar más los despidos de los permanentes con pagas estipuladas por ley y eliminar los engorrosos procedimientos existentes basados en la jurisprudencia que es la causante en parte de la rigidez en que están sometidos los empleados fijos. El día 5 de enero, en ocasión de la fiesta de año nuevo de la Keindanren – Federación de Asociaciones Empresariales (de las grandes empresas) de Japón, el Primer Ministro insistió en su saludo de que no se admitirá más la desigualdad irracional e injustificada entre los permanentes «seiki shain” y los precarios «hiseiki shain”, que regulará por ley los excesos de horas de trabajo y acondicionará para que los hombres y mujeres puedan compatibilizar el trabajo con la crianza de los hijos y el cuidado de las personas de edad a cargo. Solicitó un mayor compromiso a las empresas en los aumentos salariales (incremento del básico) y en el trato a las firmas subsidiarias que son muchas veces variables de ajuste de los grandes grupos económicos.
El gobierno es consciente de que sin estas reformas no es posible reactivar ni mejorar la productividad económica y muchos menos generar un círculo virtuoso para el consumo y la proyección a futuro de las generaciones jóvenes.
Ya no es inusual ver que diversas cadenas de comidas rápidas han tenido que corregir el «management” de los recursos humanos porque además de las muertes o enfermedades mentales que han causado ya es una situación de explotación laboral inadmisible para una sociedad «madura” como la japonesa. De todos modos, más allá de introducir tecnologías, la robótica y la inteligencia artificial en facilitar la rutina laboral y apoyar la realización de diversas tareas, siguen habiendo excesos en los supermercados, servicios de entrega de carga a domicilio (takkyubin), comidas rápidas, etc. Lo más gracioso y penoso es que los directivos argumentan que es para «satisfacer los requerimientos de los clientes”, por lo que cada trabajador tiene cada vez más exigencias, más limitaciones en gozar del tiempo de descanso o almuerzo o de las mismas vacaciones pagas «garantizados por ley”, etc.
En la revista NIKKEI BUSINESS, edición especial de enero 2017, pág. 120, hay una nota interesante titulado «Adiós empresa en lista negra, por la reforma en el modo de trabajo la empresa ha logrado los más altos beneficios”, describiendo los diversos cambios de la empresa SUKIYA de comidas rápidas que factura al año cerca de 5.000 millones de dólares y ahora están en segundo lugar después de la cadena de hamburguesería norteamericana McDonalds. SUKIYA eliminó la atención en horarios nocturnos donde ya era deficitario o que le era difícil conseguir jóvenes part-time, introdujo un sistema de dos empleados durante la noche y prohibió que uno solo haga todo el trabajo, las horas extras solo se realizan cuando hay acuerdo entre las partes (de hecho debe ser así pero la escasez de mano de obra ha provocado que muchos jóvenes no tuvieran más remedio que trabajar más horas), mejoras en el salario/hora y pago de bonificaciones o asignaciones por rendimiento sin importar la modalidad contractual, etc. En pocos años SUKIYA ha logrado no solo mejorar las ventas y las ganancias sino que sus empleados «precarios” son uno de los mejores pagos en esa actividad.
Queda mucho por hacer. Es imposible igualar en todo al personal de planta permanente con los precarios, pero en muchos sectores productivos y por la dinamicidad de las tareas es hasta absurdo seguir con la modalidad de «fijos” y «no fijos”, sino que es hora de pagar debida y adecuadamente por el trabajo en sí más allá del tipo de contrato. Tal vez de esta manera se pueda hacer resurgir a muchas personas que tienen diversas licencias de trabajo y cubrir los puestos vacantes que hay en el cuidado de los adultos mayores, sector gastronómico y de la construcción, cuidado de niños (guardería), etc. Una sociedad más equilibrada que es totalmente posible lograr en Japón con casi pleno empleo, reduciría enormemente los «karoshi” (muerte por exceso de trabajo) como los «service sangyo” (horas extras impagas o no declaradas por los mismos trabajadores) que son una muestra socio-laboral lamentable de este país.
Oficina de Gabinete del Primer Ministro-Hatarakikata Kaikakuhttp://www.kantei.go.jp/jp/headline/ichiokusoukatsuyaku/hatarakikata.html

Por: Lic. Alberto Matsumoto

www.ideamatsu.com

You cannot copy content of this page