Desde el momento que un extranjero empieza a residir en Japón se verá en la necesidad de además de adaptarse a muchos aspectos de la vida cotidiana como costumbres, cultura y tradiciones; realizar gestiones y trámites. Como sabemos, en este país en lugar de una «firma” se utilizan sellos con nombre y los hay en diferentes tipos que son utilizados según lo amerite la ocasión.
Debido a su uso diario, el más popular es el sello personal llamado «inkan”(印鑑) o «hanko”(ハンコ) , aunque es importante aclarar que ambas palabras tienen diferente significado pues «hanko” se refiere al sello en sí, mientras que «inkan” se refiere a la impresión en tinta que deja el «hanko”. Cabe aclarar que cuando nos piden el «inkan” para alguna gestión, se refiere al acto de sellar un documento.
Hay algunas normas para el uso de cada sello cuyos tamaños están definidos, pero los más usados por una persona son: «jitsuin” 実印 (sello registrado en la municipalidad), «ginkooin” 銀行印 (sello para transacciones de dinero) y el «mitomein” 認印 (sello no registrado para uso cotidiano).
Se cuenta que el sello se empezó a utilizar hace muchos siglos atrás debido a que habían personas que no sabían escribir su nombre. Actualmente se usa tinta roja pero antes se usaba tinta negra y épocas más remotas, en lugar de tinta, se usaba lodo. Se dice que el pad de tinta se empezó a utilizar posteriormente al uso de los sellos, en la era Kamakura (1192–1333).
Como curiosidad, en Japón, después de contraer matrimonio la mujer japonesa por lo general pierde su apellido y opta por el de su cónyuge (caso contrario en un divorcio, donde la mujer retoma su apellido); motivo por el cual algunas personas recomiendan a las mujeres fabricar su sello con su nombre (no su apellido) para evitarse problemas futuros.
Al parecer también es permitido registrar un sello en romaji, siempre y cuando se trate de una persona que tenga su nombre original registrado en romaji (tal es el caso de los extranjeros), pero esto podría traernos futuros problemas en algunos trámites, por eso es recomendable usar el alfabeto katakana.
Como era de esperarse, en este tema la sub cultura también hace su aporte con supersticiones entre las que podemos mencionar:
– Si un hombre registra su sello solo con su nombre sin apellido, sufrirá infidelidad. Curiosamente en la mujer se recomienda lo contrario como lo mencionamos.
– Una quebradura en el sello sería señal de calamidad, mientras que poseer un sello muy pequeño evita el progreso.
– Al parecer trae mala suerte usar un sello heredado, se recomienda mandar a fabricar y usarlo en forma personal.
– Se dice que no tener el sello «jitsuin” trae fracaso en el matrimonio; esta superstición suena algo irónica, pues es necesario registrar el sello para poder tramitar dicho compromiso.
– Se dice que las letras unidas entre sí (sin separaciones) traen buena suerte familiar.
Más que un simple sello que reemplaza a una firma, el «hanko” es parte de una herencia cultural, una costumbre muy extraña y curiosa a ojos de un occidental pero que debemos adoptar mientras residamos en Japón.
Mientras formemos parte de la sociedad nipona, debemos conocer e informarnos sobre el uso correcto y las curiosidades que giran en torno al sello personal a fin de evitarnos errores en los trámites y posteriores dolores de cabeza, y por que no, para tener también algo de suerte en nuestros trámites.
Por: Luis Guillermo Shimabukuro